Cuando un sindicato joven como UITA irrumpe en espacios tradicionalmente copados por las fuerzas sindicales mayoritarias, con el objetivo de que los trabajadores y las trabajadoras puedan ejercer su legítimo derecho a elegir a sus representantes a través de la convocatoria de elecciones, resulta cuando menos sorprendente la cantidad de dificultades que puede encontrar a su paso.
Son ya cuatro los procesos electorales promovidos por la Unión Independiente de Trabajadores de Andalucía dentro de la Agencia SAE, en Sevilla, en Huelva, en Jaén y en Cádiz. En cada uno, los trabajadores y trabajadoras que decidieron dar un paso al frente y conformar una candidatura a los respectivos comités de empresa, se han enfrentado a impugnaciones, arbitrajes y juicios, interpuestos con el fin de dilatar y enturbiar los procesos.
En todos ellos, y una vez tras otra, se ha discutido la representatividad de UITA para promover estos procesos electorales. Y en todos ellos, salvo en Jaén, los árbitros y los jueces han dado la razón a UITA. El objetivo de UITA no es otro que el de renovar los comités, considerando que estos y no las secciones sindicales, son los máximos órganos de representación y defensa de los intereses de los empleados y las empleadas.
Primero, porque a través de los comités de empresa es como se puede mantener una interlocución con la empresa que permita alcanzar acuerdos que mejoren las condiciones laborales de los trabajadores, siempre que exista voluntad y buena fe por parte de la empresa. Segundo, porque, en el caso del SAE, permite también dar legitimidad a la representación de la provincia en el comité intercentros, en cuyo seno deben abordarse las circunstancias comunes que afectan a la plantilla a nivel autonómico, alcanzando posturas comunes que supongan una ventaja para el conjunto de los trabajadores y las trabajadoras.
De ahí la importancia de renovar estos comités, caducos la mayoría de ellos por cumplimiento de los periodos de cuatro años que la ley establece y transcurridos los cuales no sólo es posible sino hasta necesario, celebrar elecciones.
El caso de Jaén
La realidad de la provincia de Jaén en la Agencia SAE, en lo que refiere al ámbito de aplicación del II Convenio Colectivo FAFFE es digna de una aclaración. El sindicato UITA presentó un preaviso para elecciones al comité de empresa que fue impugnado tanto por Comisiones Obreras como por UGT. Ambos sindicatos cuestionaron no sólo la representatividad de UITA sino la existencia de una circunscripción electoral, que permitiera y justificara la existencia de un comité de empresa diferenciado del órgano de representación del personal del VI convenio de los laborales de la Junta de Andalucía. Esta cuestión, –que ya había sido resuelta por el árbitro Juan Gorelli en laudo ratificado por el árbitro Fernando Elorza y por un juzgado de Sevilla–, fue sin embargo reconocida en favor de las pretensiones de Comisiones por el árbitro Manuel Carcelén en el caso de Jaén, quien sentenció que el personal de la extinta FAFFE estaba representado por el mismo órgano que los «laborales» de la Junta y que, por tanto, debían concurrir a las mismas elecciones y no disponer de un comité al margen y diferenciado. Esto mismo fue ratificado por un juzgado de Jaén.
Un mes después, nos encontramos con que CSIF, UGT y CCOO convocan elecciones en el marco del VI Convenio del personal laboral, en la Agencia SAE, en la provincia de Jaén. Y semanas después, UGT convoca elecciones en el marco del II Convenio FAFFE. ¿Alguien puede alcanzar a comprender los intereses que se esconden detrás de estas actuaciones dilatorias?.
UITA impugnó este último preaviso de UGT para cumplir con lo dictado por el juzgado de Jaén. Al comprobar que en el censo de las elecciones de los «laborales» no se encontraba el personal de la extinta FAFFE, decidió impugnar el censo y reclamar que se incluyera. La semana pasada, UITA decidió retirar la impugnación que había presentado sobre el preaviso electoral promovido por UGT, con el objetivo que ha tenido desde el primer momento: que se celebren elecciones al comité de empresa del personal laboral propio de la Agencia SAE en Jaén, para que los trabajadores y las trabajadoras puedan conformar un comité de empresa que responda a sus expectativas y defienda sus intereses legítimos.
Ahora debemos esperar qué nuevos acontecimientos se producirán en Jaén, confiando en que, con el allanamiento de UITA, se puedan celebrar sin nuevas dificultadas unas elecciones limpias en la Agencia SAE y la plantilla cuente con una representación válida que le permita participar con todas las garantías en los procesos y negociaciones que se puedan producir.
El caso de Cádiz
Prácticamente las mismas circunstancias se dieron en la provincia de Cádiz. En esta ocasión, tras dos impugnaciones y un clarificador laudo, — que entre otras cuestiones llama a la empresa a mostrar mayor diligencia en el cumplimiento de los preceptos legales establecidos para posibilitar la celebración de las elecciones–, el 27 de mayo la plantilla de toda la provincia podrá ejercer su derecho al voto. A pesar de ello, UGT ha presentado un recurso contra el laudo del árbitro Antonio Álvarez del Cuvillo ante el juzgado de lo Social, cuyo juicio ha sido señalado para el próximo día 23 de junio.
La perplejidad es poca ante tal cúmulo de dificultades y obstáculos para convocar elecciones en el seno de la Agencia SAE. Los sindicatos mayoritarios, UGT y Comisiones Obreras se sientan a ambos lados de la mesa: en el Consejo de Administración del SAE y en el banco de la representación de los trabajadores, pero esto no puede ser un elemento que distorsione el sano ejercicio de la democracia en momentos tan frágiles para los trabajadores de las agencias de la Junta de Andalucía, cuando más relevante y decisiva se vuelve la capacidad de reacción de los empleados para defender unas condiciones laborales cada vez más mermadas.
Por eso, UITA seguirá apoyando a los trabajadores y las trabajadoras que quieran, en el ejercicio de su derecho, renovar sus órganos de representación, tener la oportunidad de ejercer dicha representación y poner voz y voto a sus pretensiones y a la defensa de sus intereses.
